Construido a principios del siglo XX, aprovechaba las aguas medicinales del manantial de las Fuentes. Sus aguas terapéuticas curaban todas las enfermedades de la piel, el reúma y los bronquios.
Se declara de utilidad pública el 28 de julio de 1899 y fue el motor del pueblo durante el siglo XX, hasta 1988, año en que cerró sus puertas.